Servicios Infantiles
Psicomotricidad

En ARIS ofrecemos un espacio donde el movimiento y el juego se combinan para que vuestro hijo descubra las posibilidades de su cuerpo y se sienta seguro de sí mismo.
Cada plan de intervención psicomotriz se diseña tras una valoración inicial, donde observamos cómo el niño se mueve, cómo reacciona ante retos nuevos y qué nivel de confianza corporal muestra.
A partir de ahí, establecemos pequeñas metas con una metodología vivencial y revisamos avances, adaptando los ejercicios según su evolución.
Entendemos que cada niño tiene su propio ritmo y sus propios retos, por ello trabajamos con actividades cargadas de sentido para que cada sesión sea una experiencia divertida y transformadora.

«El movimiento es la base del aprendizaje»
La Psicomotricidad Infantil es una disciplina que utiliza el movimiento y el juego como herramientas fundamentales para favorecer el desarrollo global del niño: motor, cognitivo, emocional y relacional.
A través de actividades adaptadas a cada edad y perfil, se trabaja la coordinación, el equilibrio, el esquema corporal y la relación con los demás, siempre en un entorno lúdico y seguro.
Resolvemos algunas dudas…
¿Por qué es importante actuar a tiempo en Psicomotricidad Infantil?
Los primeros años de vida son clave para la consolidación de todas las habilidades del niño.
- Neuroplasticidad: El sistema nervioso y muscular del niño es muy adaptable en esta etapa, por lo que los estímulos psicomotrices tienen un impacto más rápido y efectivo.
- Prevención de patrones inadecuados: Detectar y corregir tempranamente desequilibrios posturales o movimientos asimétricos evita alteraciones y dolencias musculoesqueléticas en el futuro.
- Refuerzo de la autoestima: Cada pequeño reto superado (cruzar un puente de cojines, participar en un juego de grupo) aumenta la seguridad del niño y su disposición a explorar nuevas experiencias.
- Mejora de la autorregulación emocional: El cuerpo es a menudo el primer canal de expresión de las emociones. Trabajar la conciencia corporal y la expresión libre ayuda al niño a gestionar mejor la ansiedad y el estrés.
- Fomento de la interacción social: La Psicomotricidad en grupo enseña el respeto por el turno, la cooperación y la empatía, habilidades esenciales para la vida en comunidad.
¿Qué objetivos perseguimos en Psicomotricidad Infantil?
- Mejorar la coordinación y el equilibrio.
- Potenciar la percepción de su esquema corporal.
- Desarrollar la orientación espacial, la lateralidad y la direccionalidad.
- Fomentar la expresión emocional mediante el cuerpo y el movimiento.
- Trabajar la socialización, el trabajo en equipo, compartir y los turnos de espera.
- Incrementar la atención y la autorregulación.
¿Cuándo es recomendable acudir a Psicomotricidad Infantil?
- Dificultades en la coordinación motora: Si tu hijo tropieza con frecuencia, le cuesta correr, saltar o mantener el equilibrio.
- Problemas para expresar emociones con el cuerpo: Cuando notas que se bloquea al bailar, evita juegos de imitación o no se suelta al moverse.
- Baja tolerancia a la frustración: Si se frustra rápidamente cuando no consigue realizar un reto físico o se retira del juego compartido.
- Falta de atención o impulsividad extrema: Cuando no presta atención a las indicaciones durante el juego, se aburre con facilidad o actúa sin calcular riesgos físicos.
- Dificultades en las relaciones sociales: Si prefiere aislarse en lugar de participar en juegos de grupo o no entiende turnos y normas sencillas de juego compartido.
¿Cuál es el papel de la familia en Psicomotricidad Infantil?
La familia tiene un papel clave: vuestro acompañamiento, ánimo y refuerzo positivo son impulsores de su motivación y seguridad.
- Participar en dinámicas sencillas: En algunas sesiones, los padres o cuidadores pueden unirse a juegos básicos para aprender cómo reproducirlos en casa.
- Refuerzo en el día a día: Os proporcionamos actividades que podáis incorporar en momentos cotidianos: bailar una canción en familia, hacer equilibrios sobre una línea imaginaria en el pasillo o juegos de imitación de animales.
- Observación y feedback: La mirada de un adulto ayuda al psicomotricista a detectar en qué contextos el niño se muestra inseguro o, por el contrario, muy motivado, para ajustar mejor las próximas propuestas.
- Celebrar cada pequeño logro: Cada salto bien coordinado, cada vuelta completa o cada acto de cooperación con otro niño son motivos de celebración que refuerzan la autoestima del pequeño.
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