Unidades Especializadas Atención Temprana 

Unidad de Trastornos de Alimentación

ARIS dispone de una unidad terapéutica especializada de carácter interdisciplinar dirigida a la intervención en las dificultades de la alimentación infantil. El rechazo del alimento del niño pequeño es un problema muy frecuente. Hasta el 25% de todos los niños, el 40-70% de los prematuros y hasta el 80% de los niños con alguna discapacidad del desarrollo, padecen en algún momento dificultades en la alimentación.

Se dispone de estrategias diagnósticas funcionales y terapéuticas con el objetivo de mejorar y lograr la adquisición de una adecuada alimentación, respetando el ritmo de maduración y los hitos del desarrollo del niño en cuanto a alimentación se refiere. Incluye acciones preventivas y una intervención temprana que permita favorecer los aprendizajes adecuados y evitar que se instauren patrones patológicos.

Para ello, se emplean distintas modalidades de evaluación y tratamiento, como la terapia de alimentación, el comedor terapéutico y la terapia orofacial, entre otras. Se ofrece una forma innovadora de trabajo que abarca todo el proceso deglutorio así como el entorno en el que se desarrolla (recomendaciones posturales, adaptación de utensilios, asesoramiento y apoyo familiar, etc.) y unos profesionales de referencia interviniendo de manera coordinada (logopedas, psicólogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, nutricionistas, etc.).

Por tanto, la actuación es individualizada y orientada tanto al niño como a su entorno familiar y social y coordinado con otros recursos de atención, basado en dos aspectos básicos: eficacia y seguridad. Nuestros profesionales trabajan en equipo para intervenir en trastornos funcionales, estructurales o conductuales, como por ejemplo:

 

  • Dificultades sensoriales
  • Selección del alimento (escasa variedad)
  • Rechazo de alimentos sólidos
  • Escasa autonomía para la alimentación
  • Ingestas de tiempo prolongado
  • Experiencias negativas frente a la alimentación
  • Disfagia
  • Succión débil
  • Pérdida de peso con ingesta inadecuada del alimento
  • Ansiedad asociada al proceso de alimentación
  • Dificultades respiratorias y posturales en el proceso
  • Riesgo nutricional

 

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